Add parallel Print Page Options

(8) En tu angustia me llamaste, y te salvé;
te contesté desde la nube que tronaba;
te puse a prueba junto a las aguas de Meribá.
(9) Escucha, pueblo mío, mi advertencia;
¡ojalá me obedezcas, Israel!
(10) No tengas dioses extranjeros;
no adores dioses extraños.

Read full chapter